lunes, 18 de noviembre de 2013

FRAGMENTOS - REFERENCIAS DE LA MEMORIA 5

Aquella mañana me sobrevino la nostalgia, Beatriz me hacía regresar al lugar donde mi memoria permanecía adormecida. Recreé en mi mente aquella habitación débilmente iluminada por un pequeño caminito de velas blancas y mi imaginación me condujo hasta su cuerpo desnudo, recostado sobre un lecho de frías sábanas. En ese momento nuestros sentidos se confundían con el fuerte olor a cera quemada y con el sudor de nuestra piel. Allí Beatriz se desvanecía sobre mi cama y yo hacía todo lo posible por retenerla inmóvil entre mis brazos, porque vencidos todos los obstáculos que nos habían separado, ella se abandonaba a mí para satisfacer mis infinitos deseos. Era un acto premeditado y generoso que daba sentido a nuestras promesas, cuando más sentía su ausencia, cuando menos esperanza tenía en volver a verla junto a mí. Ella estaba en aquella habitación rodeada de penumbras y de luces tenues, donde su rostro se iluminaba con cada mueca de dolor. Beatriz me miraba casi sin fuerzas vencida por las circunstancias y se convencía de que no podía luchar más contra su voluntad. Ya no podía haber más remordimientos, ni terceras personas, sólo ella y yo, dos seres que encontraban refugio emocional entre un sinfín de caricias.

2 comentarios:

  1. menuda situacion mas sensual

    ResponderEliminar
  2. Lo que hace la imaginación y el enamoramiento.... Gracias por asomarte a este blog y dejar tu comentario, un abrazo.

    ResponderEliminar