Termina el 2015 con mejores
perspectivas profesionales que el año anterior, y eso es de agradecer dadas las
circunstancias económicas del país. Además he podido disfrutar con el trajín de
mi último libro, El Penefactor, incluso más que con mi anterior novela y me
alegro por ello. Se nota que la experiencia es un grado y que la autoedición
con Amazon ha sido mucho más fácil y profesional que la conseguida con mi
anterior plataforma.
En cuanto al
blog, como he dispuesto de algo más de tiempo, he podido extenderme en algunas
entradas que me interesaban, sin depender demasiado de la actualidad para mantener
vuestra atención, y me alegra constatar que año a año se incrementa el número
de visitas a este humilde espacio, algo que agradezco enormemente más allá de
su cuantía. Y es que me conformo sólo con disfrutar, disfrutar del trabajo más
allá del éxito conseguido, porque escribir es un placer, y porque compartirlo con
vosotros es todo un privilegio para mí.
Os deseo por tanto muchos proyectos interesantes para
el año que viene, en lo personal y en lo profesional, y que seáis capaces de valorar
el camino que empieza, de lo mucho que aún está por venir. Un fuerte abrazo y
hasta la próxima.