miércoles, 16 de diciembre de 2015

PARADOJAS




“Dicho o hecho que parece contrario a la lógica”, de esta manera me atrevo a sintetizar mi perplejidad tras la lectura de este artículo tan interesante en el periódico El País: ¿Cómo piratear tu sistema nervioso?


http://elpais.com/elpais/2015/11/30/ciencia/1448898661_768854.html

          Al parecer un neurocirujano llamado Kevin Tracey, afincado en Nueva York, identifica al nervio vago como el responsable de conectar nuestros órganos vitales con nuestro cerebro para conformar nuestra salud. Y yo me pregunto, ¿quién fue el iluminado que le puso semejante nombre a una parte tan fundamental de nuestro organismo?, es más, ¿desde cuándo se supone que en la naturaleza hay algo accesorio o inútil?

          Y continuando con el artículo:

          “Siempre se había considerado imposible la comunicación entre las células especializadas del sistema inmunitario en nuestros órganos y nuestra corriente sanguínea y las conexiones eléctricas del sistema nervioso”…

          “Y lo paradójico es que no todos los nervios vagos son iguales: hay personas que tienen una actividad vagal mayor, lo que hace que sus cuerpos tarden menos en relajarse tras una situación de estrés… nuestro tono vagal es mayor cuanta más diferencia hay en nuestra frecuencia cardiaca al inspirar y espirar”…

          “Los estudios demuestran que un tono vagal alto ayuda a nuestro cuerpo a regular mejor los niveles de glucosa en la sangre, reduciendo el riesgo de diabetes, derrames y enfermedades cardiovasculares. Un tono vagal bajo, sin embargo, se asocia a inflamaciones crónicas. La inflamación, que es parte del sistema inmunitario, ayuda a que el cuerpo sane después de una lesión, por ejemplo, pero puede dañar órganos y vasos sanguíneos si dura más de lo necesario”...

          “Pero ¿qué pasa con aquellos que tienen un tono vagal bajo, aquellos cuya salud mental y física mejoraría si ese tono pudiera estimularse? El tono vagal bajo está relacionado con diversos riesgos para la salud, mientras que las personas que tienen un tono vagal alto no solo gozan de una mejor salud, sino que son también más sanas desde un punto de vista psicológico y social, más capaces de concentrarse y recordar, más felices, menos depresivas, más empáticas y más propensas a tener amigos cercanos”...

          El caso es que me ha parecido uno de los artículos científicos más interesantes que he leído desde hace tiempo, y me resulta ciertamente paradójico que no ocupe ninguna portada de periódico, ni que abra ningún telediario aunque sea de medianoche. Supongo que será cuestión de sensibilidad, y de prioridades, y puestos a malpensar, me temo que lo del “nervio vago” tiene poco predicamento entre la industria farmacéutica, o entre aquellos que consideran la vagancia como un mal endémico de nuestra sociedad. En fin, dejaremos la cuestión en manos de artistas, pensadores y perros-flauta,…, y seguro que ellos nos hacen volar la imaginación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario