Más alto, más rápido, más fuerte,….., así nos marcan el
camino desde que nacemos, creyendo en vano que alcanzaremos alguna meta. Luego,
con el tiempo, te das cuenta de que no merecía la pena tanto esfuerzo si es que
no lo has hecho con ilusión. El amor, la vida, la literatura, la creación, pueden
ser enormemente gratificantes, lo tienen todo para compensar la mediocridad que
nos rodea, pero se convierten en un tormento cuando la dedicación no se ve
recompensada. El objetivo no puede ser vender más libros, ni tener más éxito, sólo
debería consistir en poder mantener la ilusión, del que sueña con un espacio
interminable por recorrer.
Por suerte vuelvo a sentir esas
sensaciones, al mirar a la lejanía, ya sin molestias en mis rodillas, como
cuando corría medias maratones, pendiente
de superar mis tiempos y de escuchar a mi corazón, doblegando mi apatía, con
las ganas de quien empieza de nuevo, pretendiendo cinco minutos por kilómetro, cuatro,
tres,…., resistiéndome a desfallecer. Carretera y cielo azul, espacio
interminable para la condición humana, en eso estoy, y en eso seguiré.
usted es una maquina
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