domingo, 9 de agosto de 2015

INDIFERENCIA Y SOLEDAD


      Me resulta extraño regalar un libro y no recibir ninguna respuesta, ni siquiera un triste comentario que me haga pensar que lo han leído con un mínimo de interés; pero más extraño aún me parece que las críticas sean unánimemente positivas, quizás porque no estoy acostumbrado a caer tanto en gracia. Con El Penefactor he de reconocer que estoy contento con la cálida acogida, al menos porque no pasa desapercibido tanto por su título como por su contenido, y eso ya es bastante con las expectativas que me planteaba cuando lo escribía desde la soledad de un ordenador. Un proceso creativo que se ha ido contagiando de la alegría y la sapiencia de María, mi mujer, que actúa como editora forzosa en ausencia de un complejo filtro editorial. Y a partir de aquí, sólo el público me hace abandonar mi ensimismamiento, tanto por los ánimos que me proporcionan para que siga escribiendo, como por la necesidad de compartir nuevas experiencias con ellos. Por eso, y por muchas más cosas, gracias a todos.

2 comentarios:

  1. Querido Guillermo, sospecho que el diálogo murió hace tiempo. Mi experiencia, que últimamente anda muy rebozada en pesimismo rancio cual minicroqueta de 1 € de don Joan Roig, maneja cifras escalofriantes sobre el porcentaje tan elevado de personas que prefieren hablar antes que escuchar, aunque no tengan nada interesante que decir; y leer un libro es escuchar. Pero no caigas en el desánimo, lo importante no es tanto subirse al carro como caminar junto a él. Me alegra verte por estos pagos.
    Un enorme abrazo para ti y además besos para todos.

    ResponderEliminar
  2. Querido amigo, bien apuntas a caminar junto al carro, aunque supongo que compartirás también conmigo que esto de escribir ha de ser por fuerza una necesidad para el que ama la escritura, entonces tendrás que perdonarme, pero me quedó detrás de momento. En cuanto a la soledad y el pesimismo, tendré que confesarte que hace tiempo que digo que mi vanidad está satisfecha, y que ya no es un motor en mi vida, por lo tanto me quedo con el trabajo y la ilusión, y a disfrutar del camino. Gracias por los ánimos y ya sabes que tenemos una cena pendiente, abrazos y recuerdos para todos.

    ResponderEliminar