martes, 26 de julio de 2011
DE VACACIONES
martes, 19 de julio de 2011
MEMORIA HISTÓRICA

El
otro día cené con una buena amiga y me comentó que andaban buscando el rastro
de su abuelo muerto tras la Guerra Civil, en su caso fallecido en una cárcel supuestamente
por autolesionarse. ¿Qué decir al respecto? Pregunté si había encontrado
colaboración al intentar recomponer su memoria, pero me dijo que no, y que más
allá de opiniones políticas ella sólo quería saber quién fue y en qué
condiciones murió. Silencios y más silencios que poco a poco logra vencer con
demasiado esfuerzo. Hace ya más tiempo hablaba con otra buena amiga y me
comentaba que su abuelo muerto cuando la guerra estaba todavía desaparecido, y
que en su familia casi nunca habían hablaban del tema porque abordaban el hecho
con vergüenza. Otro ejemplo más que me lleva a pensar que estoy rodeado de
muchos silencios y de que hay muchos más casos de los que aparentemente
aparecen en los medios.
Lo
cierto es que cada vez me siento más involucrado con el asunto de la memoria
histórica, muy a pesar de las personas que recomiendan olvidar el pasado para
no azuzar viejos rencores de la Guerra Civil. Supongo que esas mismas personas
siguen con sus viejos traumas, pero he de advertir que yo no, y espero que mi
generación asuma el reto pendiente de recomponer la memoria histórica de este
país, sin traumas ni politizaciones; porque olvidar no es vivir rodeado de
silencios, olvidar no es mirar hacia el otro lado, olvidar es superar el pasado
y mirar hacia el futuro con esperanza. Así que me sumo a las muchas voces que
reclaman respuestas y hago mía una causa que también pudiera ser la de mi
abuela Carmen.
martes, 12 de julio de 2011
ESPACIO SIN REFERENCIAS
Ya entrado en los cuarenta profundizo en mi relación con mi frágil memoria. Recientemente he asistido a una reunión de amigos de la promoción del 71, ciertamente son amigos con los que comparto imágenes y referencias de una época ya pasada, con los que tengo mucho en común y que me alegro siempre de verlos. Aunque cada uno asume las vivencias de una manera muy personal hay algo que nos une más allá de lo evidente, porque siento que todos teníamos cosas por hacer y que pusimos mucho empeño en lograrlas. Algunos las han realizado, otros seguimos en el camino, en el eterno camino que nos empecinamos en recorrer cada día para alcanzar nuestras metas. Fue una cena que dio para mucho, un entrañable momento de conversación que espero repetir. Me alegré mucho de verlos y me alegro de seguir contando con su amistad.
Bueno, más allá de lo nostálgico, me adentro en la razón que me invita a reflexionar en esta ocasión. Tal y como apunto en el título de este artículo me encuentro nuevamente en un espacio sin referencias, lugar al que vienen abocados los que van superando etapas de sucesivas certezas. Pocas quedan, tal vez las que provienen de mis autores favoritos, Homero, Goethe, Voltaire, Nietzche, Kundera y otros muchos que se han ido sumando al camino y que considero también amigos cercanos. Del resto, sólo palabras enredadas.
"El futuro pasa por mecanismos de equilibrio dentro de sistemas sin referencia", así reza una cita de mi próxima novela, en la que parto de la premisa de que la memoria es uno de esos mecanismos de equilibrio que nos permiten abstraernos de un mundo cada vez más cambiante y desestabilizador. De la memoria me quedo con lo emocional, que si tengo que ponerlo en valor puedo equipararlo al ochenta por ciento de mi vida, porque lo racional sólo es una insignificancia, una estructura heredada que acostumbra a temblar y derruirse. El mundo emocional es el mayor espacio sin referencias de mi vida y también el de muchos, la memoria es el primer paso para el equilibrio, la empatía es otro de ellos; los amigos nos hacen fuertes y sensibles, y la distancia nos aleja de nosotros mismos. Espero seguir siendo consciente de ello y que mis amigos me ayuden a recordarlo. Un saludo a todos y nos vemos pronto.
martes, 5 de julio de 2011
LIBERALIZACIÓN DEL SUELO
Hoy vuelvo a leer los mismos
disparates sobre la liberalización del suelo, esta vez por parte del señor
Montoro que aspira a ser ministro de economía de este paciente país. Argumenta
que si se hubiese producido la liberalización por completo del suelo no
hubiésemos padecido una burbuja inmobiliaria. En fin, sin comentarios.
Procedo a hacer una breve sinopsis del proceso de creación de la burbuja
inmobiliaria, y para ello hay que conocer el contexto en que se produjo. En
primer lugar hay que hacer una mención a la inexplicable contención del precio
del dinero durante un largo periodo de tiempo, lo cual produjo que parecieran
accesibles una serie de bienes que en otro contexto no lo hubiesen parecido. En
segundo lugar hay que tener presente la entrada en el euro y la enorme cantidad
de dinero negro que afloró hacia el sector de la construcción, sector que es
tradicionalmente opaco, hecho que alimentó la demanda de viviendas y de suelo
de una manera completamente artificial. En tercer lugar hay que hacer mención
de los cambios normativos, entre ellos la de la ley de Suelo y otras normas
semejantes de ámbito territorial, que favorecieron la urbanización de zonas más
alejadas y más baratas, con lo cual se alimentó el fenómeno especulativo, es
decir se compró a bajo precio con el objetivo de revalorizarlo y ganar más
dinero, pues habrá que recordarle al señor Montoro que el suelo no se valora en
función de la cantidad de suelo que haya sino por el rendimiento que se le
pueda sacar. Por lo tanto, aunque se liberalice más suelo seguirá habiendo
suelo que no valga nada y otro que sí valga en función del entorno, de sus
proximidades y de otra serie de condicionantes que ahora no vienen al caso y
que me aburre explicar. En cuarto lugar hay que hacer mención expresa de los
bancos, de los ayuntamientos y de los grupos políticos, que permitieron y se
aprovecharon de ese fenómeno especulativo, financiándose y favoreciendo a los
intereses particulares que están íntimamente relacionados entre ellos.
ENSALADA GRIEGA
Un fragmento de mi paso por
Atenas, una ensalada típica del lugar que me trae muy buenos recuerdos. Atenas
es una ciudad maravillosa, una urbe inmensa que conserva el encanto de lo
antiguo y que te arrastra al mismo tiempo hacia la modernidad más absoluta.
Atenas es un lugar vivo, un crisol de culturas, ruido y paz al mismo tiempo, según
decidamos alejarnos o acercarnos a la Acrópolis, cuna de nuestra civilización.
Homero está allí, lo reconozco en la gente y en lo desmedido de su cultura, de
sus museos y de sus espacios. Y sin embargo hoy enciendo la televisión y no
reconozco el lugar que me muestran, asisto a un espectáculo de violencia como
si quisieran hacerme entender que todos se han vuelto locos, que la
civilización milenaria que arrastran los griegos se ha disipado de repente, que
son todos unos tramposos, unos manirrotos y unos corruptos. En fin, más de lo
mismo, el sistema necesita ser ejemplarizante con los que se desvían del camino
correcto.
Por
aquí, en este hermoso país llamado España vuelvo a oír comentarios comparables a los de la escena griega, como si tuviera que sentirme
identificado con esas señas de identidad, como si tuviéramos que esperar no sé
qué redención de no sé qué personajes o entidades, en fin, que yo ya no espero nada de esas personas, ni creo en soluciones colectivas, así que sigo trabajando día tras día como
si la crisis no fuera conmigo, tratando de superar mis límites personales y
esperando mejores momentos. Espero llegar a algún sitio, o en todo caso
perderme en cualquiera de mis lugares preferidos.
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