Nacemos,
vivimos y morimos en soledad, esa es una
sentencia comúnmente aceptada y que nos condena al desamparo. En esta tesitura
hay quien busca consuelo en alguna realidad sobrenatural, que no es mi caso,
otros se conforman con encontrar complicidad en la persona amada. Sea como sea,
el creador siempre está solo, en la incomprensión y en el vacío de su búsqueda
personal, y el silencio lo delata.
Querido Guillermo, me gustaría que me aclararas, si es posible, el final del relato cuando dices que "el silencio delata al creador". En otro orden de cosas, y esto es una apreciación muy personal, te confesaré que la palabra "creador" tiene unas connotaciones esotéricas de las que huyo siempre que puedo; prefiero pensar que más que crear lo que hace un arquitecto es ordenar... a pesar de la significación de mando que también se le pueda atrubuir, que tampoco acaba de agradarme, pero en la que es tan fácil caer (lo de dar órdenes, digo).
ResponderEliminarQuerido Saluditero, lo de "el silencio delata al creador" es una ocurrencia de última hora que no sé si la he reflexionado adecuadamente, pero el sentido de esa expresión viene a ser el siguiente: todos los que nos enfrentamos con un papel en blanco, o con un espacio vacío, y tratamos de enfrentarnos a él, unas veces con más acierto y otras con menos, nos sentimos solos. Y en ese instante, yo por lo menos, me siento perdido e impotente para vencer ese silencio.
ResponderEliminarEn cuanto a las connotaciones de la palabra creador me traen al pairo, soy consciente de que hay una tradición religiosa detrás, que a mí no me interesa en absoluto. Para mí alguien que crea es aquel que genera algo, un espacio, un ambiente, un relato, etc, etc. Un saludo afectuoso.