Hoy por fin termino mi primera novela y las sensaciones que tengo son
difíciles de explicar, quizás porque sean demasiado personales. Si hasta ahora
me he preocupado exclusivamente por la obra, a partir de este momento empiezo a
valorarla también como un reflejo de mi propia personalidad, y es que la
promoción sólo puede ser contemplada como un ejercicio de autocomplacencia.
Desde ese punto de vista, espero que mi relato guste a una gran mayoría de
personas, sean allegadas o no, y que me dé pie a seguir intentando compartir
emociones y vivencias.
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