viernes, 8 de febrero de 2013

FRAGMENTOS - REFERENCIAS DE LA MEMORIA6


     Su piel era cálida, ligeramente bronceada por el sol, hermosamente frágil, de aroma perturbador y absorbente, penetrante. No era posible permanecer a su lado sin entristecerse, por la belleza oculta de su rostro, por su forma de sentir, por el encanto que mis manos no podían abarcar, por la imperfección de la memoria que me obligaba a quedarme callado para no perderme ningún detalle mientras se sucedían los gestos a una velocidad que era incapaz de asimilar. No podíamos evitar querernos, ajenos al capricho del deseo sexual, pues difícilmente podíamos esperar desenfreno de la persona amada si sólo nos bastaba con estar el uno al lado del otro. Beatriz me miraba y yo reconocía sus emociones entre el placer y el dolor que la abrumaba. Me alegraba encontrarla de nuevo detrás de aquellos ojos dulces y dolientes, me daba cuenta de que ella seguía sufriendo bajo aquella máscara de piel, sobreviviendo a la vida con entereza.

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