Resulta
también pintoresco, que en este mundo globalizado sea cada vez más fácil
acceder a la información de lo que está pasando en cualquier parte del planeta,
pero por el contrario se concentren mecanismos de poder en unas pocas
multinacionales, fondos de inversión y entidades financieras que acaban
interfiriendo en la capacidad de decisión de nuestros mismos representantes. Y
es que este parece un mundo al revés, porque tal y como explico en una entrada
anterior, “Desequilibrios”, la naturaleza debería moverse desde lo más fuerte
hacia lo más frágil para poder garantizar un mínimo de equilibrio, si es que
queremos sobrevivir a nuestros incesantes delirios de grandeza.
jueves, 23 de mayo de 2013
DE LO COTIDIANO
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