martes, 13 de septiembre de 2011

EMPATÍA Y DESARROLLO EMOCIONAL

Aún nos queda mucho camino por recorrer en el terreno emocional, o por deshacer según se mire, pues la percepción de las emociones en el mundo animal siempre ha sido un mecanismo de defensa del que nos hemos ido apartando poco a poco a medida de que alcanzábamos un entorno más seguro. En nuestra sociedad la comunicación verbal y escrita ha sustituido a este mecanismo de supervivencia por otro más directo y comunicativo, y fácilmente contrastable, sólo en el terreno afectivo parece que perdura un cierto aprecio por la sensibilidad y por unas emociones que sí nos sentimos capaces de interpretar.
            La inteligencia emocional es un campo del conocimiento que cada vez cobra mayor interés, conscientes de que la racionalidad no es el único camino para el equilibrio personal, es más, diría que es un aspecto fundamental que todos necesitamos desarrollar para un completo desarrollo de nuestra personalidad. Interactuar emocionalmente con el entorno es una obligación, pero no sólo para entender lo que pasa a nuestro alrededor, sino también para comprendernos a nosotros mismos, pues son los demás los que reflejan en todo momento las emociones que despertamos en ellos.
            Despertar emociones en los demás es algo hermoso pero también es algo delicado y complejo, existe la posibilidad de adaptar nuestra propia personalidad en función de lo que piensan de nosotros mismos, de la imagen que proyectamos sobre los demás, e ir amoldando nuestro comportamiento  a lo que queremos que piensen de nosotros, o simplemente cerrar nuestras emociones en banda al menor indicio de un entorno adverso, realidad que es especialmente traumática en entornos hostiles a gran escala, en los que tendríamos que soportar sentirnos agredidos o incomprendidos día tras día y en multitud de circunstancias. Sobrevivir en un entorno emocionalmente adverso es un suplicio, también lo es percibir el dolor ajeno y no ser capaz de hacer nada, porque el dolor se te mete dentro y se convierte en sufrimiento; pero bueno, no voy a ponerme dramático, las emociones son esencialmente bellas, la alegría de la gente, el enamoramiento, la esperanza, la complicidad y todas aquellas emociones que nos hacen crecer y ser mejores personas. Y es que realmente si fuésemos capaces de hacer consciente todo lo que sentimos podríamos reflejar un mundo más hermoso y menos cruel.

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