martes, 20 de septiembre de 2011

INICIATIVA

    Estamos muy acostumbrados a relacionar este concepto con el desarrollo emprendedor, con la creación artística, la investigación, la política o la participación ciudadana; pero pocas veces la reclamamos en estructuras jerárquicas en las que es igualmente necesaria. En la empresa, en un partido político, en un medio de comunicación o en la universidad, allí también se hace imprescindible exigirla y darle cauce.
      Mi experiencia en el mundo laboral es desalentadora, he trabajado en aproximadamente unas noventa empresas, sobretodo en mi etapa universitaria en la que encadenaba un trabajo temporal tras otro, y no he tenido la suerte de encontrar muchas empresas en la que pudiera aportar algo más que mi mano de obra. Excepciones ha habido, y no tiene nada que ver con que ocupara puestos de mayor o menor cualificación, la diferencia estribaba sobretodo en la parte del empresario, en la visión que tuviera sobre lo que se viene a llamar “capital humano”. En la mayoría de ocasiones se despreciaba este capital, se trataba al trabajador como si fuera una máquina más, se le aplicaba un programa de trabajo y este debía cumplirlo a rajatabla, sin cuestionarlo ni tratar de mejorarlo. Por desgracia existe un autoritarismo subyacente en gran parte del empresariado español que confunde la iniciativa con la indisciplina, y aquel que se indisciplina ya se sabe, puede confundirse con alguien subversivo.
     La motivación es un elemento fundamental en todo proceso creativo, también lo es en el ámbito laboral y en el universitario, menos mal que desde Bolonia comienza a arraigar en este país la necesidad de implicar al alumnado en su propia formación. Atrás tienen que quedar etapas en las que se aplicaban clases magistrales y se nos conducía a través de métodos pedagógicos estandarizados y presenciales, como si tuviéramos que reproducir un modelo ya probado y excelente. ¿Y en los medios de comunicación?, ya ni siquiera voy a pedir algo de pluralidad, me conformaría con atisbar alguna iniciativa en los profesionales de dichos medios por apartase de una información completamente adjetivada. ¿Y en la política?, ¿podemos esperar que nuestros políticos se aparten de vez en cuando de unas estructuras cerradas y se conviertan en transmisores de las iniciativas de aquellos ciudadanos a los que representan?
     Bueno, habrá que ser optimistas y esperar que la situación cambie poco a poco, porque esto de mandar no es tarea complicada, otra cosa es motivar, eso sí que es realmente difícil y a la vez igualmente satisfactorio. Recuerdo que en una de mis etapas como trabajador en cadenas de producción fui a ayudar a un compañero al que se le estaba acumulando la faena, pero fue en vano porque enseguida vino el encargado de turno a solucionar el problema, me dio un empujón como si fuera una vaca y me condujo de nuevo hacia mi puesto. ¡Eso sí que es motivar!, lástima que no respondiese como debía, es decir, como una bestia. Hubiese sido más útil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario