Alejandro estaba eufórico y me atormentaba con sus
pensamientos inconexos.
- Ya sabes el procedimiento, un día te toca caer a ti y otro a
mí. Además, si quieres recuperar el ánimo tenemos que seguir tropezando,
eliminando referencias, credos y modelos de virtud, deja que sólo quede el amor
y un montón de pensamientos, de libros, de hermosas conversaciones, y deja de
llorar por lo que ya no tiene remedio, debes comprender que al final del dolor
que tanto te aflige está la serenidad. Deja que Beatriz sea un hermoso
recuerdo, deja que volvamos a ser eternos. Sólo tenemos que pedir fuerza, mucha
fuerza, y humildad, para ser sensibles y no caer en la desesperación. De nada
nos sirve la fortaleza para no sentir, de nada nos sirve nuestra sensibilidad
para ser ajenos a todo lo que nos pasa, tenemos que ser fuertes y a la vez
efímeros, tenemos que ser…
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