El tiempo pasa y vuelvo a hacer
balance de mis objetivos. La novela y el blog progresan adecuadamente, más allá
del seguimiento o del éxito que puedan tener, y he de reconocer que me siento
cómodo con ambos proyectos. Desde luego a una menor escala se disfruta mucho
más y las obligaciones son básicamente autoimpuestas, no tengo que dar explicaciones
a nadie y me lo tomo con la suficiente tranquilidad como para impedir bloqueos
y precipitaciones.
En
el terreno arquitectónico la realidad es muy distinta, llevo casi tres años sin
ejercer como arquitecto y ya valoro la posibilidad de cambiar de aires. Dado
que mi desarrollo profesional en España no parece muy esperanzador a tenor de
la lenta evolución de nuestro mercado inmobiliario, me apetecería intentarlo en
otro lugar antes de que se me olvide lo poco o mucho que he aprendido en la
universidad. Eures es una red que promueve la movilidad profesional en el
entorno europeo, y aparentemente es una estructura sólida que funciona, ya sólo
falta que disponga de los medios necesarios y que me concedan una oportunidad
laboral. Como escritor no tengo inconveniente en cambiar de residencia y probar
suerte en otro país, incluso se me pasa por la cabeza cambiar temporalmente de
oficio, como viajero ya he estado en Francia, Portugal, Grecia y Reino Unido,
supongo que podría ampliar horizontes en cualquier otro país, mi mujer ha
estado en Italia y también me lo recomienda, así que quien sabe donde acabaré,
ya os lo iré contando poco a poco.
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