En
el caso del sector de la cultura, tenemos la circunstancia de que pasamos de un
8 a un 21%, así que existen dos alternativas, o dejar de consumir artículos de
lujo, por ejemplo, libros, espectáculos, cine, teatro, etc, etc, o sustituirla
por eso que llaman televisión, y que salvadas excepciones tiene el mismo efecto
sobre el cerebro que atizarse una botella de vodka de buena mañana. Así que en
mi caso, dado que también comercio con libros por internet, y como no voy a
hacerme rico con los cuatro ejemplares que pueda vender, trataré de no
repercutirlo sobre el precio final, más que nada para que a esos sufridos
lectores míos les sobre algo de dinerito para atizarse un chupito de buen vodka
a mi salud, que hayan visto o no la televisión la noche anterior, o se hayan
leído parte de un libro mío en la cama, bien se merecen echarse unas risas.
lunes, 27 de agosto de 2012
SUBIDA DEL IVA
lunes, 20 de agosto de 2012
FRAGMENTOS-EL TESTAMENTO4

- Soy un inmoral, un guarro, ¿qué pensará mi madre de mí?
Al ponerse
los calzoncillos esconde su objeto de pecado con delicadeza. Lo deja caer
suavemente sobre el perfil izquierdo y se sonríe. Está orgulloso de sí mismo.
Siente que aquel instrumento alargado es la garantía de su felicidad, la
puerta hacia una vida mejor. Mujer, hijos, placer sexual, trascendencia,…,
todo eso resuena en su cabeza como en un tambor. El hombre se levanta malhumorado
y acude a ver a su madre que está rezando. La mira con recelo y se sienta a su
lado.
- ¿Qué tal, madre?- Bien, aquí estoy, un poco cansada, pero bien, ¿y tú?, ¿has descansado?
- Sí, bastante bien - responde Antonio.
Entre rezos transcurre la tarde, cadenciosa, tan lenta que parece muerta. Ella se sienta en el balancín y deja pasar el tiempo murmurando oraciones y plegarias. El la acompaña con indiferencia, a un costado, pensando en otra cosa. Antonio no quiere tomar parte en la salvación del mundo, le da igual. Le parece más decoroso querer conquistar el mundo que pretender salvarlo; y desconoce en qué momento de la Historia de la Humanidad se produjo este ridículo cambio de valores. No se cree capaz de cambiar nada, desconoce las necesidades, los anhelos y los miedos del ser humano. Cree que ya tiene bastante con sobrevivir con su cabeza atormentada. Por el contrario, su madre sí que se preocupa por los demás, reza y reza, Rosarios, estampitas que parecen cromos, Aleluyas, catecismos, Biblias; y con ello pretende contribuir a salvar su alma, la de su hijo y la del propio mundo, que cada día está más corrompido y descontrolado. Reza y reza, gime, suspira, sufre. A la mínima ocasión la anciana interpone algún consejo:
- Eres un inmoral, hijo mío, ten siempre santo temor de Dios. Lo que ganes en la tierra lo perderás en el Cielo, que no te pierdan los vicios de la carne.
- Sí, madre.
martes, 14 de agosto de 2012
SOSTENIBILIDAD
La semana pasada ha sido un poco ridícula en los medios, unos cuantos iluminados se llevan unos cuantos carros repletos de comida de un supermercado, para repartirla entre la gente necesitada, y se monta un debate sin sentido por “el grave atentado que supone para la ley y el orden”; incluso un desprestigiado panfleto como el ABC, que algunos llaman periódico, le dedica una amplia portada para atacar a un dirigente político que se ha atrevido a defender a los detenidos en el sarao. En fin, que más nos vale ocuparnos de las cosas importantes que andar moralizando a unos y a otros por doquier.
Yo no voy a entrar a justificar o condenar el hecho en sí, me parece poco relevante en este contexto de crisis económica que nos acucia, porque puestos a hacer fechorías se me ocurren otras acciones mucho más efectivas que esa, y que por supuesto no voy a comentar alegremente en este blog; lo que sí me voy a entretener es explicando algunas rutinas de las distribuidoras de alimentos, que como viene al caso, no son precisamente un ejemplo de sostenibilidad. Convendría explicar por ejemplo que existen unas plataformas intermedias de distribución de alimentos, previas a la disposición de los productos en los centros comerciales que todos conocemos. En dichas plataformas, que operan en los polígonos industriales y en algunas de las cuales he tenido el gusto de trabajar, se desechan infinidad de alimentos mucho antes de agotar la fecha de caducidad, dado que no se pueden distribuir a los comercios con fechas muy cortas, lo cual considero lógico, y que van sin remedio a los contenedores de basura que también todos conocemos. Huelga decir que está tajantemente prohibido a cualquier trabajador coger nada de esos contenedores, y que soy testigo del despido de algún compañero por llevarse paquetes de comida para el perro. Aleccionador, ¿verdad?, pues bien, eso no es todo, ya en las superficies comerciales abiertas al público, en las que también he tenido el gusto de trabajar, se desecha no sólo los productos que van caducando, sino también los productos mal envasados, es decir, si a una caja de preservativos le falta uno, se desecha, si un caja de detergente esta abierta, se desecha, si a un paquete de varias unidades le falta una por hurto, se desecha, así hasta una infinidad de productos que cualquiera pasase por un contenedor de este tipo, en breve montaría una tienda de todo a 1 euro y se forraría.
¿Aleccionador verdad?, pues bien, estos son los excesos nuestro bien amado capitalismo, que prefiere desprenderse de unos productos en buen estado antes de darles un buen uso entre la gente necesitada, pues nada, sigamos moralizando al personal mientras nos ensañamos con los que han cogido unos cuantos carros de comida de un supermercado.
lunes, 6 de agosto de 2012
EXISTENCIAS EFÍMERAS
La vida es un accidente que de
cuando en cuando nos deja algún rastro. La existencia humana sólo debería ser
una infinitésima parte de esa anomalía, pero cada vez nos creemos más
importantes en nuestro insignificante devenir y ya no somos capaces de mirar hacia
nuestro alrededor para empequeñecernos. Recuerdo mis primeras nociones de
arquitectura bioclimática, en las que el profesor comenzaba su discurso cuestionando
el mismo concepto de ecología, pues a decir verdad no deja de ser un mero
eufemismo dentro de nuestra descomunal avaricia, a lo que apuntaba que si cualquiera
de nosotros quería ser un verdadero ecologista, entonces, “¡tenéis que pegaros
un tiro!”, proclamaba para la sorpresa de los presentes, porque “las plantas
son los únicos seres vivos que no necesitan de ningún otro ser para sobrevivir
en este planeta”.
Nada
que objetar al razonamiento, los humanos somos parásitos y dañinos para nuestro
entorno, sólo que me gustaría añadir que también lo somos respecto de nosotros
mismos, porque la civilización no avanza como debiera garantizando una vida digna
para la mayoría de nuestros congéneres, porque sustituimos un sistema por otro,
una ideología por otra y seguimos en las mismas, expandiéndonos sin control,
agotando los recursos naturales y justificando nuestras propias vergüenzas.
Todo
este viene a colación de las declaraciones de nuestro esperpéntico ministro de
justicia, que por si no tuviera poco con recortar derechos y libertades
encareciendo la justicia, ahora se atreve a querer prohibir que se aborte
cuando hay riesgo de malformación del feto, pues nada señor ministro, ánimo,
anteponga sus argumentos pseudo-religiosos al resto de la ciudadanía, y sigamos
alimentando nuestro egocentrismo con la excusa de que hay que proteger
cualquier forma de vida, que seguro que nos va bien en el empeño.
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