martes, 14 de agosto de 2012

SOSTENIBILIDAD


      La semana pasada ha sido un poco ridícula en los medios, unos cuantos iluminados se llevan unos cuantos carros repletos de comida de un supermercado, para repartirla entre la gente necesitada, y se monta un debate sin sentido por “el grave atentado que supone para la ley y el orden”; incluso un desprestigiado panfleto como el ABC, que algunos llaman periódico, le dedica una amplia portada para atacar a un dirigente político que se ha atrevido a defender a los detenidos en el sarao. En fin, que más nos vale ocuparnos de las cosas importantes que andar moralizando a unos y a otros por doquier.
            Yo no voy a entrar a justificar o condenar el hecho en sí, me parece poco relevante en este contexto de crisis económica que nos acucia, porque puestos a hacer fechorías se me ocurren otras acciones mucho más efectivas que esa, y que por supuesto no voy a comentar alegremente en este blog; lo que sí me voy a entretener es explicando algunas rutinas de las distribuidoras de alimentos, que como viene al caso, no son precisamente un ejemplo de sostenibilidad. Convendría explicar por ejemplo que existen unas plataformas intermedias de distribución de alimentos, previas a la disposición de los productos en los centros comerciales que todos conocemos. En dichas plataformas, que operan en los polígonos industriales y en algunas de las cuales he tenido el gusto de trabajar, se desechan infinidad de alimentos mucho antes de agotar la fecha de caducidad, dado que no se pueden distribuir a los comercios con fechas muy cortas, lo cual considero lógico, y que van sin remedio a los contenedores de basura que también todos conocemos. Huelga decir que está tajantemente prohibido a cualquier trabajador coger nada de esos contenedores, y que soy testigo del despido de algún compañero por llevarse paquetes de comida para el perro. Aleccionador, ¿verdad?, pues bien, eso no es todo, ya en las superficies comerciales abiertas al público, en las que también he tenido el gusto de trabajar, se desecha no sólo los productos que van caducando, sino también los productos mal envasados, es decir, si a una caja de preservativos le falta uno, se desecha, si un caja de detergente esta abierta, se desecha, si a un paquete de varias unidades le falta una por hurto, se desecha, así hasta una infinidad de productos que cualquiera pasase por un contenedor de este tipo, en breve montaría una tienda de todo a 1 euro y se forraría.
            ¿Aleccionador verdad?, pues bien, estos son los excesos nuestro bien amado capitalismo, que prefiere desprenderse de unos productos en buen estado antes de darles un buen uso entre la gente necesitada, pues nada, sigamos moralizando al personal mientras nos ensañamos con los que han cogido unos cuantos carros de comida de un supermercado.

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