Arrancan nuevas elecciones en España con la responsabilidad de llegar a acuerdos y con total seguridad esta vez sí que habrá gobierno tras el paso por las urnas. Me temo que más de un partido político se va a arrepentir de las oportunidades perdidas, puesto que algunos han estado tan cerca de alcanzar el poder que van a generar frustración incluso entre su propio electorado. Espero que aprendan la lección y tengan la sensatez de mirar hacia delante, queda mucho por hacer.
lunes, 2 de mayo de 2016
viernes, 25 de marzo de 2016
PATADA HACIA DELANTE

En el deporte del rugby es frecuente desentenderse de la posesión de la pelota para evitar una pérdida comprometida en zona peligrosa, se le pega una patada al balón y se recupera enseguida la posición defensiva. En política sucede lo mismo, se esquivan los problemas de difícil solución y se trasladan los conflictos de legislatura en legislatura con la esperanza de que algún día se descompongan solos. Lo malo es que a veces no lo hacen y nos acaban estallando en la cara. Con la crisis de los refugiados sirios tenemos algo parecido, la dejadez de dirigentes anteriores ha degenerado en una crisis humanitaria insostenible, y como ya no sabemos cómo resolver el conflicto, procede una nueva "patada hacia delante", lo que sea con tal de no asumir un coste electoral o de convivencia.
Me avergüenzo de estos gobernantes cobardes, y de fenómenos como el de Donald Trump, exponentes de la desigualdad del sistema, donde es más fácil esconder la porquería debajo de una alfombra que enfrentarse con los fracasos de esta sociedad injusta y cruel.
martes, 1 de marzo de 2016
INVESTIDURA
Los bloques políticos de izquierda no
suman lo suficiente para garantizar un pacto de gobierno estable en España, los
de la derecha tampoco, y mientras nos vemos abocados a otras elecciones el
verano próximo para ver si cambia este equilibrio de fuerzas, algunos se
entretienen mofándose del único pacto al que se ha podido llegar, un acuerdo de
mínimos entre el PSOE y Ciudadanos.
Independientemente de lo que pensemos
cada cual a nivel político, no convendría minusvalorar que este es el pacto que
goza de mayor simpatía entre la población, y tampoco se puede obviar que
aglutina sensibilidades contrapuestas de nuestro espectro ideológico, hasta tal
punto que si no se logra decantar la mayoría hacia un lado o a otro en las
próximas elecciones, pienso que este espacio de confluencia tiene que ser por
fuerza el punto de partida sobre el que intentar nuevas negociaciones, por
mucho que nos duela o simpaticemos con otras opciones, pues sólo será posible
el acuerdo desde la centralidad.
martes, 23 de febrero de 2016
INTERNACIONALIZACIÓN
Después de ver el último capítulo
de “Salvados”, un programa de televisión elaborado en España que aborda temas
comprometidos, me pregunto por la necesidad de las grandes firmas de la industria
textil por fabricar al menor coste posible en un mundo cada vez más globalizado,
sacrificando la calidad del producto si es necesario, y comprometiendo la dignidad
de los trabajadores que subsisten en esos países en vías de desarrollo.
Si
la finalidad es el máximo beneficio, entiendo la ceguera y la obsesión por
conseguir una posición preponderante en la industria de la moda, pero si pongo
por delante la inteligencia, convendría advertir que las inversiones en
determinados países ya no están exentas de riesgos, y que asistimos a una
tendencia cada vez mayor de retorno de las inversiones a zonas más estables y jurídicamente
más seguras. De hecho, hablando con empresarios que invierten en muchas partes
del mundo, me comentan que por ahí fuera “ya no es oro todo lo que reluce”, y que
las cosas se complican cada vez más.
Si
la referencia laboral es el mercado asiático, y si nos dicen que aquí en España
“debemos trabajar como chinos para salir de nuestra particular crisis económica”,
mucho me temo que detrás de esas palabras no hay una voluntad de mejora real del
país, todo lo contrario, más bien creo que se esconde un mensaje mucho más perverso,
pues en realidad lo que se ansía es importar la indignidad de las zonas en vía
de desarrollo para seguir buscando en este país el máximo de beneficio con un
entorno de seguridad de la inversión. En fin, tiempo al tiempo, pero me temo
que tal desfachatez tiene poco recorrido, por suerte los trabajadores del
primer mundo ya están cansados de agachar la cabeza, y espero que nos unamos
pronto para reclamar en todas las partes del mundo la dignidad que se nos niega
como personas.
domingo, 14 de febrero de 2016
FRAGMENTOS: EL PENEFACTOR CAP2
Nos toca salir al exterior por una
terraza que conecta varias dependencias de la vivienda, y avanzamos con el frío
de la mañana despertando nuestros sentidos todavía adormecidos. De momento no
vemos nada significativo en la calle, pero se presume que las furgonetas
antidisturbios van a llegar en cualquier instante y se va a disparar la
tensión.
- ¿Sabes cuándo vendrán las lecheras de la policía a tomar
posiciones? - pregunto por hacerme una idea del procedimiento y de los pasos a
seguir.
- No estoy seguro - se detiene Sergio un segundo para explicármelo
-, pero suelen venir bastante temprano para intentar cogernos por sorpresa.
- Pues entonces ya llegan tarde, menudo jaleo hay allá abajo -
me sorprendo del ambiente creado cuando sólo son las ocho y media de la mañana
-, no lo van a tener nada fácil para entrar.
- Sí, en eso confiamos todos - me reconoce asomándose también
por el voladizo para ver lo que sucede en primera línea -, tenemos que
complicárselo todo lo que podamos para conseguir otro aplazamiento judicial,
sea como sea.
En efecto, tenemos fuerza, hay una
infinidad de personas en la acera protestando con pancartas y cacerolas,
también en el arranque de la escalera comunitaria para impedir el acceso a
cualquier intruso que pretenda subir sin nuestro consentimiento, y otros muchos
están sentados en los escalones como si fueran cuerpos inertes, de tal forma
que los antidisturbios habrían de pasar por encima de todos ellos para escalar
hasta el tercer piso que es donde vive la persona afectada. Sólo por el empeño
violento de la policía, o por la temeridad del juez, podríamos fracasar en
nuestra férrea determinación de blindar la casa de arriba a abajo.
viernes, 5 de febrero de 2016
RECURRENCIAS
En un entorno agresivo nuestro cerebro se estresa como mecanismo de
supervivencia, en muchos casos por una sobrerreacción derivada de nuestros
miedos más incontrolados. Esta circunstancia, a menudo pasajera, no es más que
un accidente si no se prolonga demasiado en el tiempo, pero si por el contrario
tenemos la desgracia de atravesar momentos de mayor dificultad, puede que ese
trance nos genere un sufrimiento completamente innecesario.
Una persona inteligente se escapa de este
círculo vicioso analizando todas las variables, descartando falsas alarmas y
enfrentándose con la tozuda realidad. Una persona obsesiva e inteligente hace
lo mismo pero analiza el entorno hasta el último detalle, incluso anticipando
escenarios futuros de fatalidad, hasta entrar en una recurrencia igualmente
destructiva si el miedo se apodera de él; porque aunque sea consciente de ese
proverbio chino que dice: ”si un problema tiene solución, ¿para qué
preocuparse? Y si no la tiene, ¿para qué preocuparse?”, a veces no queda más
remedio que rendirse ante nuestra propia debilidad.
En esta tesitura, y desde mi experiencia personal, se hace
imprescindible mantener la calma con entereza hasta recobrar de nuevo la
lucidez, que vuelve tarde o temprano si no nos aventuramos en laberintos psicológicos
extraños. Y si además confiamos en algún profesional de la medicina, es
altamente recomendable recibir el tratamiento adecuado para relajar nuestro
cerebro. Y si ya no funciona nada de eso, entonces… entonces sólo queda tumbarse
en la cama y leerse mi libro ”Referencias de la Memoria”, porque en él abordo
mecanismos de equilibrio dentro de sistemas sin referencias y creo humildemente
que esa es la mejor manera de garantizarse una plaza en el psiquiátrico más
cercano... yupiiiiiii, creo que voy a tener amiguitos.
miércoles, 27 de enero de 2016
ESPACIOS DE CONFLUENCIA
La complejidad de significados
que genera la palabra “espacio” es difícil de sintetizar en unas pocas líneas,
desde la concepción arquitectónica de relleno de vacíos urbanos asociado a lo
que conocemos como espacio público, hasta la visión antropológica de ese mismo
espacio como confluencia de un sinfín de interacciones humanas, pero lo más
sorprendente es la concepción que le atribuye la política al espacio
ideológico, porque si ya es difícil visualizar el centro, la izquierda y la
derecha como referentes, ya sólo nos faltaría incorporar a las nuevas candidaturas
de “confluencia” para desorientarnos por completo en un escenario imposible de
pactos. Pero bueno, volviendo al paralelismo de la arquitectura, y en un afán
de parecer constructivo en este maremágnum político, quisiera poner en valor la
capacidad integradora de los grandes espacios, y de esas maravillosas obras
arquitectónicas que los ocupan, y que se los apropian, como catalizadores de dinámicas
urbanas confluyentes, revalorizando el entorno y poniendo en común heterogeneidades
y carencias, virtudes y defectos, desarraigos, y todo aquello que nos debería
unir más allá de esos estigmas y de esos desalientos que muchos se encargan de
perpetuar.
martes, 19 de enero de 2016
RECONOCIMIENTO
Como autores deberíamos aspirar
al reconocimiento de nuestras obras, independientemente del éxito personal o
comercial obtenido por ellas, por eso me alegro de contribuir a la divulgación
de figuras como Vicente Royo Blat, músico y abuelo de una de las personas que
más ha hecho feliz a mi hija en el día de su sexto cumpleaños.
Nieto
y familia de este compositor tan poco conocido han hecho el esfuerzo de
recopilar un puñado de sus canciones, creadas en el entorno lúdico de una
guardería de Almenara, y se han encerrado en un estudio para grabar un disco
homenaje. Incluso se han atrevido con un espectáculo musical que han tenido el
detalle de representar en la fiesta de mi hija, y qué decir tiene que estaré
eternamente agradecido por la cortesía, pero no por la ilusión que han
despertado en ella, si no por descubrirle un puñado de hermosas canciones que ya
no deja de tatarear día tras día. Enhorabuena por tanto, y muchas gracias por
compartir vuestro talento con todos nosotros.
viernes, 8 de enero de 2016
EXCENTRALIDADES
Hace unos días leía un artículo
en un periódico de ámbito nacional que vaticinaba el cierre de la mayoría de grandes centros comerciales de Estados Unidos
en unos quince años. La competencia de plataformas como Amazon, y otro sinfín
de bazares virtuales, provoca un auge creciente del comercio electrónico que hace
innecesario acudir con tanta frecuencia a las tiendas físicas, máxime si esas
plataformas son capaces de servirte el producto directamente en casa y en pocos
días. Hasta El Corte Inglés se anima a competir en España con Amazon y se
compromete a entregar determinados artículos en el exiguo plazo de dos horas.
No
sé cómo va a evolucionar el tema, los expertos recomiendan que dichos centros
se reconviertan en verdaderos centros de ocio para seguir captando la atención
del consumidor, pero aquí en nuestro país dudo que esa voluntad sea suficiente
para mantenerlos con altas cotas de atractivo, y como consecuencia de esa falta
de rentabilidad intuyo que volverá a resurgir el comercio local de los centros
urbanos. De hecho, hace unos años viajaba a la isla de Menorca y me explicaban
que en ese lugar estaban prohibidas las licencias para las grandes superficies
comerciales en aras a no perjudicar la fuerte artesanía del comercio local.
Entonces me pareció una actitud baldía y contracorriente, pero dadas las
circunstancias sobrevenidas, quizás me atrevo a juzgarlo como un acierto a la
hora de preservar el desarrollo del tejido urbano y cultural de ese territorio.
Recuerdo
también mi experiencia universitaria de los años noventa, y como entonces
surgían los primeros grandes centros comerciales en España, en concreto en
Valencia se bautizaba la nueva implantación del Corte Inglés en un megacomplejo
con el peculiar nombre de “Nuevo Centro”, y como a partir de ese tipo de experiencias
crecía la ciudad en torno a grandes “tinglados”, especulación urbanística
incluida, que desde la Universidad sobredimensionaban con la perspectiva de la inevitable
multicentralidad de las grandes ciudades. Por descontado, dicha concentración
del negocio acabó con mis venerados cines de barrio, aparte de problemas
tecnológicos, y se permitió que se aglutinara el ocio en torno a espacios
masivos, los mismos que temen ahora ser sustituidos por unas plataformas comerciales
impersonales. Y no sé, no sé,…, pero ojalá los cambios sean para bien, y nos permitan
recuperar los centros urbanos y esos espacios perdidos, de la plaza cercana, de
los centros multiculturales, del teatro, del patio de colegio, y por supuesto,
de esos cines maravillosos que tanto añoro.
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